Volver a caminar después del ictus

Volver a caminar después de un ictus

Hoy hablamos con David Rodríguez Herrero sobre cómo es posible volver a caminar después de un ictus.

David Rodríguez es uno de los terapeutas con más experiencia en la rehabilitación neurológica de pacientes de daño cerebral adquirido en Asturias. Su motivación por el trabajo en equipo y el uso de la robótica, como garantía de éxito en los procesos de rehabilitación de daño cerebral, así como su carácter afable, empático, lo han convertido en un pilar fundamental en ACD Rehabilitación.

David es en la actualidad uno de los pocos profesionales sanitarios que existen en nuestra región con conocimientos y experiencia en el uso de sistemas robóticos para la rehabilitación neurológica.
Hemos centrado nuestra entrevista con David, en una de sus grandes pasiones en el mundo de la rehabilitación, la rehabilitación de la marcha, o como él dice, “volver a caminar”.

¿Qué importancia tiene volver a caminar para las personas que han sufrido un ictus?

Si pidiéramos a nuestros pacientes que puntuaran la importancia de sus objetivos en una escala del uno al diez, es posible que caminar obtuviera un once. Creo que es fácil de entender, porque generalmente la persona que sufre un ictus siempre ha podido caminar, desplazarse de manera independiente de un lugar a otro… De pronto se ven en una silla de ruedas o, en el mejor de los casos, arrastrando un andador o utilizando un bastón para desplazarse a duras penas.
Por eso es muy común que en la entrevista inicial que hacemos en nuestros tratamientos de rehabilitación neurológica el paciente venga con preguntas como: ¿cómo puedo volver a caminar?, ¿cómo puedo volver a sentir las piernas?, ¿podré volver a caminar tras un ictus?, ¿puedo recuperarme de un ictus?, o ¿puedo recuperar la movilidad de mis piernas?… La respuesta en la mayoría de los casos es que, con los medios adecuados, .

¿Y cuáles son esos medios?

Yo siempre les hablo a los pacientes de que su recuperación se sustenta en tres pilares fundamentales: capacidad, trabajo y buenas herramientas, y los tres son imprescindibles para una completa recuperación.

La capacidad del cuerpo para adaptarse y “reaprender”, el trabajo diario y la capacidad de esfuerzo de la persona son herramientas fundamentales. Pero también es muy importante contar con un equipo de profesionales especializados en rehabilitación neurológica (neurólogo, médico rehabilitador, terapeuta ocupacional, fisioterapeuta, neuropsicólogo y logopeda) que sepa ver las necesidades de cada persona mediante un minucioso estudio de cada caso y determinar un programa de recuperación tras sufrir un ictus.

También es muy importante contar con buenos medios como los que nosotros disponemos en nuestra práctica clínica. Contamos con sistemas robóticos para rehabilitación neurológica, lo que nuestros pacientes llaman “máquinas de rehabilitación”, pero es más importante aún saber determinar qué robots de rehabilitación son los que precisa cada persona.

Entiendo entonces que vuestra función es valorar al paciente para pautar posteriormente el tratamiento en los robots, ¿es así?

Sí y no. Cierto es que una de nuestras funciones es la valoración y la pauta del tratamiento de rehabilitación tras un ictus, pero no, ahí no termina nuestro trabajo. Como ya te dije, es importante contar con buenos medios como los que tenemos en ACD Rehabilitación. Disponer de sistemas robóticos de última generación para el tratamiento de pacientes neurológicos es un lujo, pero el paciente no se recupera únicamente realizando repeticiones de un movimiento.

Como terapeuta ocupacional me interesa la funcionalidad, es decir, que la persona pueda volver a recuperar la vida que tenía antes del ictus y eso no lo da solo la robótica. Es genial ver como un paciente utilizando Diego un robot de rehabilitación de brazo, puede levantar el brazo, pero de nada sirve si luego no se le enseña a peinarse o vestirse. O cuando nuestros pacientes logran mejorar la espasticidad de la mano o ganar movilidad en la mano gracias a Amadeo, un robot de rehabilitación de mano, pero si luego no se le enseña a utilizar esa mano para comer o abrocharse un botón tampoco le servirá de mucho.

Llevado a la pregunta que me hiciste al principio, para recuperar la marcha que tanto preocupa a nuestros pacientes habrá que combinar nuestro robot de rehabilitación de la marcha con el tratamiento para volver a caminar convencional de fisioterapia combinada con terapia ocupacional.

Me parece muy interesante combinar lo moderno con lo tradicional para conseguir que el paciente logre volver a caminar tras un ictus. ¿Eso cómo se consigue?

Creo que  será más fácil explicártelo con un ejemplo práctico. Imaginémonos el típico paciente que acude a consulta tras sufrir un ictus, que te pide solución para volver a caminar. Como te decía, lo primero sería valorarlo. Nosotros jugamos con ventaja respecto a otros centros de rehabilitación neurológica en Asturias, porque para nuestra valoración contamos con neurólogo, neuropsicólogo, logopeda, fisioterapeuta, terapeuta ocupacional. Además, contamos con los únicos sistemas de rehabilitación robótica en Asturias capaces de realizar una valoración detallada de fuerza, espasticidad, tono muscular, rango articular de brazos y piernas y un estudio detallado de la marcha y del equilibrio.

Con todas estas variables es muy fácil saber qué es lo que falla para poder diseñar un buen plan de tratamiento de rehabilitación neurológica. Los robots nos darán unos resultados objetivos que nosotros tendremos que interpretar y manejar para  pautar un tratamiento individualizado de rehabilitación. Volviendo al ejemplo de persona que quiere volver a caminar tras un ictus, tendríamos que ver si tenemos que hacer un tratamiento de rehabilitación del equilibrio, para el que utilizaríamos TYMO el robot de rehabilitación del equilibrio, combinándolo con fisioterapia especializada del equilibrio. O si es por un problema de pérdida de fuerza en las piernas o pérdida de movimiento en las piernas, para lo que combinaríamos LEXO, el robot para volver a caminar tras un ictus con fisioterapia y terapia ocupacional. En cualquier caso, los robots de rehabilitación son un buen medio, pero nunca el fin.

Focalizar un tratamiento de rehabilitación exclusivamente en el uso de robots sería un error porque el tratamiento sería incompleto. Si me preguntan qué hacer para volver a caminar tras un ictus diría que ponerse en buenas manos, con gente que disponga de buenos medios, dejarse guiar y trabajar duro, no hay más trucos.

Como conclusión, ¿podrías resumirme brevemente los beneficios de combinar la rehabilitación con robótica y la rehabilitación neurológica tradicional?

Mayores resultados en menor tiempo. Los robots para la rehabilitación han aportado objetividad, precisión e intensidad a las sesiones de rehabilitación neurológica, y por qué no decirlo, son más divertidos y estimulantes. Pero el ojo clínico, el trato humano y la personalización del tratamiento siempre han sido y serán necesarios para poder dirigir estos beneficios al objetivo último de conseguir volver a ser una persona independiente.
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