Consejos para el cuidador
A menudo hablamos de los tremendos cambios que pueden suponer en la vida de una persona el padecer algún tipo de enfermedad. Incluso cuando pensamos en alguna patología tendemos a empatizar con el paciente, nos imaginamos lo que cambiarían nuestras vidas en su situación, pero rara vez nos paramos a pensar en el rol del cuidador y en cómo su vida también cambia de manera radical.
Al cuidador le toca asumir la responsabilidad de cubrir aquellas limitaciones que el paciente experimenta en su vida diaria
Al cuidador no solo le corresponde el sufrir indirectamente la enfermedad, sino que además le toca asumir la responsabilidad de cubrir aquellas limitaciones que el paciente experimenta en su vida diaria. De golpe se convierten en brazos y piernas ajenos.
Este cambio de roles conlleva un periodo de adaptación y aprendizaje, generalmente por el método ensayo-error. Por ello, el mayor consejo que se puede dar a un cuidador es la paciencia, ya que ha iniciado una carrera de aprendizaje diario. Debe comenzar por asumir y aceptar la nueva situación. Su familiar ha sufrido un cambio en la totalidad de su ser, que puede producir cambios de carácter y personalidad, los cuales debemos tratar de comprender, pues forman parte de propio proceso.
Por desgracia no existe un “manual” que nos indique como cuidar a nuestro familiar. Cada persona es un mundo con unas características completas, por lo que las estrategias de cómo afrontar los escoyos de la vida diaria deberemos ir adquiriéndolas nosotros mismos.
El mayor consejo que se puede dar a un cuidador es la paciencia, pues ha iniciado una carrera de aprendizaje diario
Lo que sí existen son profesionales dispuestos a ayudar y asesorar. En ACD Rehabilitación damos gran importancia al rol del cuidador. Somos conscientes de sus dificultades, a veces ocultas tras una sonrisa para no preocupar al paciente. Por ello, tratamos siempre de asesorar al cuidador y de darle el apoyo emocional que precise con nuestro equipo de profesionales.